viernes, 22 de marzo de 2013

REIVINDICANDO LA MANTILLA ESPAÑOLA



Se la ha tachado de arribista, de republicana, de obsesivamente perfeccionista... Y otras tantas lindezas.  A esta que "vio la luz" del catolicismo, tal y como manifestó a Monseñor Rouco días antes de sus católicos esponsales, ahora también se la puede tachar de irreverente. Ella solita se mete en jardines sin podar.

La entronización del Papa Francisco convocaba a los dignatarios destacados del panorama político internacional. Cuestiones políticas aparte, era previsible que las consortes acapararan la atención de esa improvisada pasarela vaticana. Y tanto...

Como siempre, Máxima de Holanda poniendo el listón alto. Impecable. Me da buen rollo esta mujer, pese a que algunos no le perdonen sus antecedentes familiares.

De repente... Nuestra Leti. ¡Ay, Leti! ¿Qué hemos hecho tus futuros "súbditos" para merecer esto? Que te presentes sin peina me toca la peineta, porque no se puede estar acreditando a embajadores de la marca España hace un mes escaso, y rehusar la única especialidad que nos permite el protocolo a las españolas. 
Pero que optes por distinguirte enseñando cacha... ¡Pa habernos matao! 

Que el protocolo dice que medias tupidas negras y falda POR. LA. RO.DI.LLA (cada punto, una pausa), pues ¡hala! a subir el dobladillo ante su Santidad, que para eso dicen que es un Papa moderno...

Moderna. Si quieres convertirte en adalid e icono de aspirante a monarca consorte moderna, mira, lo aceptamos. Hasta me resigno a verte, como a cualquier extranjera, con una mantilla sin peina en tu aspirante a regia testa, pero lo que es inaceptable es la irreverencia. 

No deja de ser una incoherencia aceptar los privilegios de una institución rancia (por el abolengo-que nadie se ofenda-), y , arbitrariamente, pasarse por el forro -de la falda- las "obligaciones" que su alteza no tenga a bien acatar en cada momento.

Después de los comentarios de los últimos días sobre el carácter de la aspirante, que la retratan como a una tipa caprichosa y con tics de nueva rica, no me extrañaría que aquella mañana se hubiera levantado con el pie izquierdo, y hubiera decidido montar el numerito.

Qué decepción... ¿Y yo que pensaba que era una tipa lista? Hasta llegué a ser pro Leti... Ya se sabe, el refranero español es sabio: "no sirvas a quien sirvió".

Cuentan las malas lenguas que durante un vuelo en avión privado, la princesa increpó sucesiva y repetidamente a la azafata, porque la temperatura de la cabina no era de su agrado: Ahora frío, ahora calor, ahora frío otra vez... El Borbón, ya hasta la perilla de la impertinencia de la consorte, se dirigió a la azafata y le dijo que no le prestara más atención a la aspirante, que ella sólo necesitaba satisfacer su sed de control, demostrar quién manda, y que sería capaz de meterle un dedo en el ojo con tal de dejarlo claro. Cuando leí semejante testimonio, quedé boquiabierta. ¡Cómo se las gasta la canija!

En fin Alteza, que yo no soy aspirante a Majestad, sólo a blogger con lectores, pero sí soy ama de casa, trabajadora, independiente y enseño cacha cuando procede, claro, y este jueves Santo, como viene siendo tradición, y si el tiempo lo permite, voy a colocarme la mantilla y la peina de mi abuela, y no por ello voy a renunciar a la moderna que llevo dentro ni a convertirme en una Carmen Polo cualquiera. Como decía la que me legó la mantilla: "hay tiempo pa' tó, y cada ocasión requiere lo suyo". Y Ud. se ha equivocado.

Sobre mantillas y su colocación, poco -o nada- puedo decir que no se haya escrito ya. Hay post maravillosos de expertos en protocolo que indican las especificaciones por zona geográfica u ocasión, así que a ellos me remito para no ser repetitiva.

ADPPT.





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